El  Mascarpone es un queso que, a diferencia de los demás quesos, se produce a partir de la crema de leche en lugar de la leche simple. Se presenta como una crema suave, consistente, de color blanco-amarillo claro, un sabor algo dulce y un alto contenido de grasa.  Se recomienda comerlo muy fresco ya que, tiene la tendencia a volverse rancio rápidamente.

¿De DONDE viene?

Su zona originaria de producción se encuentra entre las provincias de Milán y Pavía no obstante se desconoce quien fue su inventor. El nombre mascarpone es posible que derive de otra palabra italiana antigua que significaba crema de leche: “mascherpane” lo que tiene mucho sentido ya que se trataría de la materia prima de la cual se obtiene el producto.

¿Cómo se PRODUCE?

Se trata de un queso apto para el publico vegetariano debido a que la coagulación de la nata se lleva a cabo añadiendo ácido cítrico (zumo de limón) o ácido acético (vinagre) y en ningún caso con cuajo animal. En concreto, se añade el medio ácido a la nata, se trabaja a temperaturas altas durante unos 10 minutos y así se produce la coagulación de las proteínas (caseína). Luego se separa el suero y se obtiene el producto con la textura cremosa y compacta que todos conocemos.

¿Cómo se COCINA?

El Mascarpone se emplea en muchas recetas de postres aunque quizás la receta más famosa sea la del Tiramisú. Pinchando en este enlace podrás encontrar la receta auéntica del Tiramisú italiano con fotos del paso a paso.

Personalmente me gusta usarlo también en alguna preparación salada en sustitución a la nata. Por ejemplo, en la salsa 4 formaggi (4 quesos). Prefiero añadir una cucharada de mascarpone antes de una de nata porque no tapa los demás sabores, aporta cremosidad y se trata de un queso más a añadir a la salsa y no un ingrediente ajeno extra.

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Cuenta la leyenda que los taberneros madrileños solían bajar a la Mancha a comprar partidas de vinos para su consumo durante el año. Corría el año 1816  y un comerciante experto, camino de retirarse, mandó a su hijo para realizar las negociaciones para el año siguiente. Éste regresó exultante, diciéndole al padre que había logrado comprar un vino magnífico a un precio excepcional. Desafortunadamente cuando el padre probó el vino pudo comprobar que se trataba de una partida de tercera clase, a un coste desmesurado. El joven había caído en un truco comercial de los bodegueros que solían ofrecer una tapita de queso con la degustación de vino; el sabor de un intenso queso curado disimulaba el sabor y hacía que el vino pareciera bueno.

Casi caigo desmayada pensando que este dicho popular nos quiere enseñar que el maridaje de queso con vino es un engaño.  Rebelión total y absoluta. ¡Viva el vino con el queso!

Leyendo y buscando información encontré que efectivamente vino con queso es un maridaje “peligroso” pero que levante la mano a quien no le gusta el “peligro gastronomico”…jajaja! Yo estoy con las dos levantadas! Adoro las mezclas peligrosas.

No soy ninguna entendida del mundo enológico, no obstante pienso que sí se puede realizar un perfecto maridaje “wine&cheese”. ¡Claro que se puede! Existen tantas variedades de vinos y tipos de quesos que si nos pusiéramos a hacer combinaciones no podríamos acabar nunca. Lo importante es confiar en nuestro instinto y primar el gusto personal.

No existen esquemas sino guías sobre las que podemos dar los primeros pasos, como por ejemplo que es importante lograr un equilibrio de intensidad de sabores tratando que queso y vino no intenten prevalecer el uno sobre el otro. Parece fácil decirlo pero no muy sencillo de llevar a cabo, ¿verdad?

Pues entonces…..a jugaaaaaaaar….

Mis dos recientes combinaciones muuuuy peligrosas y por supuesto ganadoras han sido:

Parmigiano Reggiano DOP con Rioja Crianza -> últimamente he probado este Rioja Crianza 2008, Ollamendi, buen producto al alcance del bolsillo! Sin duda una mezcla perfecta para viajar a mi tierra de origen llevando conmigo un poquito de tierra española.

Torta del Casar DO con Franciacorta -> uno de los más conocidos es el Franciacorta de la casa Bellavista, no obstante este verano probé en la boda de mi amiga Luisa el Francesco I de la bodega Uberti, todo un espectáculo en el paladar.  Extremadura y Lombardía unidas en un maridaje perfecto. Mmmmmmmmm!

Qué ganas me han entrado de tomarme un buen vaso de vino con un poquito de queso….

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